Frutas y hortalizas, ‘saludables’ para el país
El SENA, con base en los requerimientos de quienes hacen parte de este renglón de la economía, le apuesta a la consolidación del mismo.
El sector hortofrutícola es considerado, dentro de las actividades agrícolas, como uno de los de mayor proyección nacional.
Existe potencial para competir en el mercado internacional, pero países con procesos productivos similares participan activamente en el comercio mundial de estos recursos.
El DANE indica que el sector representa el 2,2 del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y aportó en el último año 290.026 empleos, por lo que después del café y la caña panelera es el renglón con mayor contribución en la generación de trabajo en el país.
Bucaramanga (San.), 29 de marzo de 2013.- El sector hortofrutícola es considerado, dentro de las actividades agrícolas, como uno de los de mayor proyección nacional; pese a ser pequeño tiene gran dinamismo, ya que Colombia es un país tropical con variedad de ecosistemas que permite la siembra de más de 95 tipos de frutas y cerca de 42 especies de hortalizas.
Esta condición, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), pone al país como el tercero en Latinoamérica con el mayor número de hectáreas cultivadas en frutas y hortalizas.
Las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) muestran que el mayor crecimiento en este sentido se ha dado en Huila, Cesar, Santander, Caldas, Tolima, Antioquia y Cundinamarca.
Jairo López González, investigador de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), asegura que "ésto se debe al alto requerimiento de mano de obra. El sector es de pequeños y medianos productores y es de economía campesina; eso significa que, además de aportarle un ingreso enorme al país, sirve para que muchas familias tengan cubierta una parte de sus necesidades alimenticias".
De acuerdo con datos de la Asociación Hortofrutícola de Colombia (Asohofrucol), "en frutas, los cultivos que generan mayor producción nacional son: el plátano, del que Colombia es el mayor productor en Latinoamérica; los cítricos, la piña, el aguacate, el mango y la papaya. En cultivos hortícolas son: la papa, el tomate, las cebollas cabezona y junca, la zanahoria y el repollo".
Aunque el sector tiene amplias proyecciones, existen problemas que dificultan el desarrollo del mismo; así lo afirma el ingeniero agrícola, Luis Eduardo Flórez. "falta tecnificar el campo; que las actividades sean más limpias, los empleados tengan competencias laborales y que los jóvenes vean futuro en el sector para que no emigren a la ciudad", afirma el experto.
En el mismo sentido, la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) argumenta en un informe que "hay potencial para competir en el mercado interno y externo, pero países con características y procesos productivos similares participan activamente en el comercio mundial de estos recursos".
Los colombianos reacios a las frutas y las verduras
Asohofrucol destaca que el sector tiene grandes oportunidades en el mercado externo. Actualmente se exporta a Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Holanda y Venezuela.
Así lo demostró la última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional, según la cual a diario el 24,5% de la población colombiana ingiere comidas rápidas, el 22,1% gaseosas, el 14% alimentos de paquete y sólo el 10% frutas y verduras, en un promedio de 200 gramos por persona frente a los 400 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Los adultos son los que más las consumen; en su mayoría porque han tenido eventos patológicos que obligan a mejorar sus hábitos alimenticios. A los jóvenes les gusta más la comida rápida debido a los restaurantes que presentan una oferta llamativa. Además hay quienes creen que las frutas y las verduras son costosas", asegura la nutricionista de la Fundación Cardiovascular, Consuelo Martínez.
Un estudio de Corpoica destaca como uno de los factores de la baja ingesta de frutas y verduras que el consumidor actual es más exigente, se deja llevar por los colores, le tiene miedo a los alimentos poco tratados por la presencia de insecticidas o plagas, y además es un consumidor moderno que viaja y que siempre quiere probar cosas nuevas.
La nutricionista complementa diciendo que lo que falta es educación frente al tema: "Una persona que conozca los beneficios de una sana alimentación procura mantener buenos hábitos. Las frutas y las verduras son componentes de una dieta saludable. La OMS calcula que cada año podrían salvarse 2,7 millones de vidas si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras".
El SENA: palanca de progreso para el sector
El SENA con base en los requerimientos de quienes hacen parte de este renglón le apuesta a la consolidación del mismo, tal como lo dice el ingeniero Leonardo Hernández Silva, subdirector del Centro de Atención al Sector Agropecuario (CASA), en Piedecuesta (San): "La formación es uno de los aspectos fundamentales para dinamizar el sector. Además de capacitar en prácticas agrícolas, le apostamos al valor agregado en la industrialización de los productos, que es lo que nos permite ser más competitivos".
En 2012 se capacitaron 1.180 personas en Procesamiento y Elaboración de Conservas de Frutas y Verduras, Procesamiento y Comercialización de Productos Hortofrutícolas, y Elaboración de Pulpas de Frutas. Además, se constituyeron 679 unidades productivas con el Programa Jóvenes Rurales Emprendedores en Santander.
El Centro de Atención al Sector Agropecuario acompaña procesos de formación complementaria, titulada y formación dual con las empresas.
"La formación va desde el establecimiento de germinadores y viveros hasta la transformación del producto cosechado. Nos enfocamos también en la escogencia del producto, la selección de los mejores y la elaboración de pulpas y productos con base en frutas y verduras. Todo con base en el emprendimiento, a través del cual logramos que los jóvenes vean en el campo una oportunidad de progresar y no migren a la ciudad", agregó el subdirector del CASA.
Muestra de ésto es el convenio firmado hace pocos días entre el SENA y la Gobernación de Santander, en el que con un aporte de más de 300 millones de pesos la Entidad le apuesta a fortalecer a los agricultores frente a los tratados de libre comercio. Se formarán 1.500 habitantes de diferentes provincias santandereanas, contribuyendo al relevo generacional y el desarrollo sostenible de los municipios.
Además, el SENA contribuye con la campaña del Ministerio de Salud para aumentar el consumo de frutas y verduras; así lo afirma Édgar Mora, instructor de Gastronomía del Centro de Servicios Empresariales y Turísticos: "Incentivamos a los aprendices sobre la responsabilidad de hacer comidas bajo la lupa de la nutrición. El cocinero de antes hacía comida para llenar; el reto ahora no es saciar el apetito sino tener en cuenta que todo debe ser un complemento".
Proyecciones a 2020
A pesar de los inconvenientes que registra el sector, se abre un espacio importante con la consolidación del Plan Nacional de Fomento Hortofrutícola, el cual se puso en marcha el año anterior.
"Es la hoja de ruta hasta 2020. El propósito, entre otras cosas, es especializar la producción de frutas y hortalizas, incentivar la trasferencia tecnológica, fortalecer el capital humano, las buenas prácticas agrícolas y manufactureras, y mejorar el estatus fitosanitario", explica Álvaro Palacio, gerente de Asohofrucol, quien agrega que para este año las inversiones son del orden de los 13.000 millones de pesos.
"En el SENA estamos haciendo las cosas bajo esos lineamientos. Asesoramos planes de negocio e ideas innovadoras para posicionar los productos de nuestros emprendedores en el mercado, teniendo como horizonte los planes de desarrollo departamental y nacional. Contribuimos especialmente con el establecimiento de unidades productivas centradas en la eficiencia, eficacia y productividad de los procesos que, por medio de Fondo Emprender, se consolidan como industrias y empresas competitivas", dice el subdirector del CASA.
De esta manera se empieza a gestar una revolución en el campo que permitirá pasar de las labores autóctonas a la industrialización.
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